Me sobran las sonrisas que sin querer he reservado.

domingo, 23 de enero de 2011

Bye bye.

Este blog queda cerrado.
Quiero empezar de nuevo en un lugar mejor (?) así que he decidido abrir un nuevo blog.
Si queréis leerme y seguirme por allí, os dejo aquí la dirección.
Muchas gracias a todos los que me habéis apoyado mientras he escrito aquí, sinceramente, espero veros comentar por mi otro blog, por favor.
No soy nada sin vosotros.
Os espero allí.
Atte: La antigua wL-x.

miércoles, 19 de enero de 2011

No quiero volver a saber que ha llorado;

Debo reconocer que es listo, lo está viendo venir. Ve venir lo que yo le niego pero que él sabe perfectamente, que esto no durará mucho, que ya no lo necesito de la misma manera, que quizás nunca lo necesité. Y me duele decirlo, llevo casi tres meses obligándome a quererle, haciendo lo posible para necesitarle, y nada ha funcionado. Lo quiero como un amigo y seguramente echaré de menos sus besos, sus "te quiero", nuestros juegos, esos de los que nadie más tiene conciencia. Pero a pesar de todo esto que estoy diciendo, no soporto saber que ha llorado por mí. Ojalá, ojalá, no me quisiera de esa manera. En esta ocasión me gustaría ser sólo un capricho. ¡No quiero hacerle daño! Y en cambio, ya he empezado a hacerlo.

Me gustaría amarte con todas mis fuerzas, pero hasta ahora sólo he logrado engañarme. No quiero que pienses que cada "te quiero" era falso. Ni las lágrimas que lloré aquel día porque no quería despedirme de ti. Me duelen tus lágrimas más que las mías, no te mereces sufrir, y mucho menos por mí. No merezco la pena, te he hecho sufrir, te he hecho llorar. Por eso es por lo que soy la que menos merece tus lágrimas

Eres increíble, el mejor chico con el que he estado jamás. Eres atento, tienes cuidado de cada uno de los detalles, te fijas en cada sonrisa, susurras cosas maravillosas. Eres gracioso, con sentido del humor. Me haces reír y divertirme, pasarlo estupendamente. Nunca me has dado un motivo para desconfiar de ti, nunca me has hecho daño. ¡¿Qué jodido problema tengo contigo?! ¿Por qué no puedo enamorarme de ti? ¿Y por qué lloro ahora, sin ningún motivo? Quiero amarte, en serio lo quiero. Pero se ve que hay algo que me lo impide, quizás esa muralla que construí alrededor de mi corazón para que nadie volviera a entrar..aunque pensaba que serías capaz de derribarla, ni yo misma puedo..

jueves, 6 de enero de 2011

He reido solo para hacer creer a la gente que soy feliz. He llorado hasta que se me agotasen las lágrimas, he perdonado lo imperdonable.He tenido , tengo y tendré a las mejores personas cerca. He querido como nadie lo hará jamás. He conseguido fuerzas donde no las había. He superado cosas que para mí parecían insuperables. He hecho reir a la gente con mil tonterías. He tendio el valor de construir un futuro que jamás se cumplirá. Me he comportado como una niña chica solo para que vieran que todavía tengo algo inmaduro dentro de mí. He sido el pañuelo de lágrimas de aquellos que se han derrumbado. Me he echo la sorda solo para no oír lo que no quería escuchar, y la ciega para no ver lo que dolía. He conocido al primer amor. He tenido enfrente al desamor. He tenido el coraje de decir lo que pienso. Me he tragado mi orgullo para no perder a personas importantes. Me he guardado cientos de lágrimas para hacer creer que soy fuerte. He tenido momentos de locura solo para ver como la gente es feliz. Lo he dicho todo con una mirada pudiendo sacar de ella mil palabras diferentes. He obligado a mi corazón a sentir cosas que no sentía. He construido una barrera a su alrededor, que sólo una perdona puede derrumbar, y no soy yo. He aguantado lágrimas y lágrimas que dejan claro que sigo amando a quien no debería. He mentido en cosas que nadie debía saber. He sido sincera con algunas cosas, quizás más de lo que debería. Me he enfrentado a personas que no merecían la pena, a las que he odiado. Y ahora, después de todas las cosas que he hecho, sigo poniendo esa absurda sonrisa y diciendo que soy feliz cuando por dentro voy marchitando poco a poco.


Te necesito..

lunes, 27 de diciembre de 2010

No hay nadie conmigo en este momento y las lágrimas abordan las mejillas. Sinceramente, pensé que no te necesitaba, me convencí a mí misma de que no estaba enamorada de ti y, ahora mismo, aún lo dudo. Mañana no quiero verte, no quiero ni siquiera hablar contigo. ¿Por qué se ha fastidiado todo? Quería estar sola contigo, los dos, disfrutando del día que es hoy y aprovechándolo al máximo, pero no. Todo tenía que ir mal al final. Y ahora se me quitan las ganas de que el día de mañana llegue, porque quería que fuera de una manera y es de otra y no lo soporto. Me duele todo esto. No tengo ganas de salir de mi casa, no quiero pisar la calle, en serio. Se me han quitado las ilusiones, totalmente. Sólo quiero abrazar a mi hermana y llorar, explicarle por qué lloro y que ella me abrace y me diga que no se llora por esa gilipollez. No quiero nada más, absolutamente nada. Y que tú te alejes de mí, que me olvides, porque me haces sentir culpable. Pero seguramente mañana nada de esto quedará, iré como si nada, sonreiré y no diré ni una palabra de todas las lágrimas que he estado derramando esta solitaria madrugada del día 27 de diciembre.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Felicidades little brother;


Siempre te echo la bronca, siempre discuto contigo, siempre te acabo chillando o pegando y parece que nunca nos llevamos bien. Pero hoy, precisamente hoy, te echo de menos. Quiero abrazarte y desearte feliz cumpleaños. Quiero ver tu cara de felicidad al ver tu regalo. Y tu carita de envidia al ver el mío. Porque por mucho que nos quejemos de nuestros hermanos pequeños siempre estaremos ahí para protegerlos, para amarlos, para sonreír a escondidas después de hacerles una putada ¿No es cierto? Queremos a nuestros hermanos pequeños y, cuando no están, los echamos de menos. Y cuando están, los echamos de más. Siempre es así.
Pero que te falten en un día tan especial es muy jodido. No poder cantarles cumpleaños feliz, no poder comer un trozo de su tarta ni cantarle una canción, como él tanto adora. Es tan triste..
Así que, Felicidades hermanito, vuelve pronto.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Christmas time;


Se escuchan risas desde el salón, el choque de los vasos, a Raphael cantando en la televisión. Se ven luces de colores, huele a Champagne. Sí, felicidades, es Noche Buena. Todo el mundo celebra tranquilamente en sus casas o en los bares, felices, divertidos, cantando, bailando y brindando. Puede que unos estén más o menos cansados, tengan más o menos ganas de fiesta, pero todos celebran. "Ha nacido el niño de Dios" dicen. Pero tú, tú simplemente no tienes ganas de nada. No tienes ganas de celebrar algo en lo que ni siquiera crees. Y además ¿Por qué te obligan a ser feliz? Se supone que la Navidad es sinónimo de Felicidad, pero NO. Para ti no. Estás sola en esta esquina de la casa, escribiendo esta entrada, estas letras, en este preciso instante. Los demás están demasiado ocupados como para fijarse en que no estás. Y ciertamente lo agradeces, no tienes ganas de que se fijen en las suaves lágrimas que recorren tus mejillas.
Te engañas a ti misma, te dices que no tienes ni idea de por qué estás llorando, pero sinceramente ¿Lo sabes? Lloras por su pérdida, lloras por la enfermedad, lloras porque, aún en medio de la gente, te sientes sola. Lloras porque necesitas a alguien a tu lado ahora y, sin embargo, es imposible que esté contigo. Lloras porque ni tú misma sabes lo que quieres. Y los ojos te arden, totalmente secos, sin una gota de líquido. Y tu cuerpo se ahoga, toses y quedas casi sin aire. Y la única solución es un vaso de alcohol que hace que arda tu garganta. No te sientes mejor, pero al menos lo intentas. ¿Qué coño puedes hacer ahora, cuando tu única compañía es un vaso de Vodka? Cuando lo único que te importa está ahí fuera, haciendo cualquier cosa menos pensar en ti.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Soy;

Sí, yo soy esa que llora cuando ríe. Y que es capaz de reír cuando llora. Soy esa que piensa mucho las cosas y que se preocupa de todo menos de sí misma. Soy esa que se equivoca y que no le importa hacerlo, porque sabe que errar es humano y que todos tenemos derecho a ello. Soy aquella que no se enamora a menudo, pero que sí se encapricha y que disfruta con ello. Soy aquella que sufre por amor cuando se enamora realmente, que llora hasta quedarse sin lágrimas. Que es capaz de reír hasta que no le queda aire en los pulmones. Aquella que cuando está con su mejor amiga hace tonterías, corre, grita, salta y vive. Soy esa que adora leer y que apunta las frases de los libros en su agenda. Que adora escribir, folios y folios, con todas las palabras que se le ocurren, todas las ideas que se le pasan por la mente. Soy aquella capaz de expresarlo todo en una mirada. O decir lo mismo en palabras. Soy esa que prefiere una Coca-Cola a un Malibú. Que prefiere leer un libro enorme a ver cualquier película. Que prefiere unas lentejas a una hamburguesa. Que está más cómoda en casa que fuera. Soy esa que discute con su hermano, que pelea, que pega como si fuera lucha libre y que luego se perdona y sigue como si nada estuviera mal. Soy aquella que adora las baladas lentas, es cualquier idioma. Que se pasa de romántica en muchas ocasiones. Que escribe poesías y textos románticos. Aquella que odia el jamón y las gambas, pero que adora los guisantes. Esa a la que le gusta cambiar de look, pero tiene miedo de quedar mal. Esa que adora el negro, aunque su abuela le diga que parece una cucaracha. Soy esa que baila sola en su habitación y disfruta con ello, esa que canta lo más fuerte que puede sin que le importe que la oigan, aunque sabe que canta mal. Esa que se muere de ganas de estar a solas con su novio al borde del río cerca de Triana. Esa que es muy friolera y que tiene que llevar varios chalecos para no empezar a tiritar. Esa que no aguanta más de dos horas sin música, incluso aunque le duela la cabeza. Sí, soy esa que piensa que San Valentín es un invento del Corte Inglés y que el amor se demuestra todo el año, pero que aún así adora ese día. Soy esa que no entiende por qué todos tienen que ser felices en Navidad, pero que aún así cree en su magia. Aquella que es agnóstica pero que cuando pasa algo acaba hablando con la nada como si le fuera la vida en ello. Soy aquella que siempre ha creído en el amor por internet, aunque las personas estén en otros países, en la otra punta del mundo. Aquella que en todas partes ve buenas fotografías pero que siempre olvida la cámara en casa. Soy esa que ha hecho muchas locuras en su vida, de las que ahora se arrepiente y que nunca repetiría. Esa que se vuelve loca con los ojos claros y con las palabras bonitas. Esa que odia los bolsos y que no quiere llevar nunca uno de esos. Aquella que teme a los insectos incluso más que a la muerte.

Soy esa que ama, incluso sin ser amada. Esa que sonríe incluso aunque esté mal. Esa que últimamente ha pasado uno de los peores momentos de su vida, pero que intenta superarlo poco a poco. Esa que ha perdido a una de las personas que más le importan, pero que intentará recuperarla. No ahora, más adelante. Esa que ahora mismo está enferma, congelada, con la garganta ardiendo y casi sin poder respirar, pero que está aquí porque se amarga por estar mucho tiempo en la cama. Aquella que canta aún estando afónica. Aquella que nunca saltó sobre los charcos de pequeña porque no tenía botas de agua y su madre le reñía.

Sí, soy esa que odia cantar en la ducha, porque se asfixia. Aquella que odia hacer lo mismo que los demás.