Me sobran las sonrisas que sin querer he reservado.

martes, 30 de noviembre de 2010

Porque sólo un sueño muere cuando se ha hecho realidad;

Qué cierto es.
Mientras queramos algo imposible.
Mientras deseemos cosas que no han sucedido.
Mientras los retos sean difíciles, cada vez más.
Mientras persigamos un sueño día a día, se mantiene vivo. Mientras no se realice, de una manera u otra pensamos en cómo realizarlo, en cuándo. Nunca un sueño se evaporará, aunque dejemos de pensar en él. Hasta que no se cumpla, seguirá en alguna parte de nuestros corazones, esperando resurgir, que volvamos a intentar realizarlo.
No quiero abandonar el sueño que tanto tiempo llevo soñando, cada vez veo más cerca el momento en que se cumpla y, a la vez, cada día las cosas cambian más y ese sueño podría volverse imposible con sólo algunas palabras. Aunque así sea, prometo no abandonarlo. NUNCA dejaré de luchar por él. Haré posible lo imposible en cuanto tenga oportunidad. Me da lo mismo lo que pase a partir de ahora, nada me hará cambiar de opinión.
Es mi objetivo, mi mayor deseo, aquel al que es imposible dejar de lado. El tiempo no podrá hacerme olvidarlo. Jamás. Haré lo que sea. Lo que sea. Para cumplirlo.
¿Tan imposible es tocar el cielo?

domingo, 28 de noviembre de 2010

Nada. Nadie. Nunca.

Estás sola, mírate. Nadie sabe que estás en esta situación, nadie te entiende, quizás simplemente a nadie le importa. No sabes cómo has llegado a estar así. ¿Por qué?¿Por qué lo haces?¿No te das cuenta? No sabes lo que haces. Vas a hacer lo que menos quieres, vas a hacer daño. Vas a hacerles daño. Y ya te estás haciendo daño tu misma. No puedes engañar al corazón, ¿recuerdas? No puedes hacerle creer una cosa que no es cierta, no puedes encajar una pieza en el lugar que no le corresponde. Ese lugar está reservado, lo sabes, sólo él estará ahí. Nada podrá reemplazarlo, ni igualarlo. Nada. Nadie. Nunca. Y esto sólo te hace perderlo cada día un poco más.

martes, 23 de noviembre de 2010

-One#

http://scapetheworld.blogspot.com/2010/11/introduction.html
"Mis recuerdos, todos los que tengo son con ella, desde que tenía aproximadamente tres años. Mi primer recuerdo.. es de su llegada.


Corrí hacia la puerta lo más rápido que pude, clavándome pequeñas astillas en los diminutos pies y esquivando las esquinas por realmente poco. Nada de eso conseguía quitarme la sonrisa de los labios. Tras de mí podía escuchar unos pasos, rápidos y ligeros, que me perseguían. Choqué contra la puerta principal, haciendo sonar el duro golpe por absolutamente toda la casa. Unos brazos se echaron hacia mí, preparados para cogerme, preocupados quizás por el pequeño accidente, pero yo tenía cosas mejores que hacer que quejarme y llorar por un golpecito leve. Me levanté queriendo agarrarme al pomo, eso era lo importante en ese momento. Me puse de puntillas y estiré los brazos. No me había sentido tan pequeño hasta ese momento. Seguí luchando por abrir la puerta, saltando y pataleando hasta que las mismas manos que habían querido cogerme abrieron la puesta de par en par.


Mis ojos imitaron a la puerta, abriéndose lo máximo posible. Caí de culo sobre el suelo, y volví a estirar los brazos. Quería cogerlo. Ese pequeño bultito envuelto en mantas que mi padre tenía abrazado. Ni siquiera me fijé en que mi madre no venía con él. Mi padre me sonrió y pasó por mi lado, dejando que la criada cerrara la puerta y me alzara en brazos. Pusieron al bebé en un montón de paja de la cocina, me dejaron al lado y tanto mi padre como nuestra sirvienta fueron a otra habitación. 
Mi nueva hermana tenía los ojos cerrados y podía ver su pecho levantarse al respirar, su pequeña manita abriéndose, esperando quizás que alguien la cogiera. Era la primera vez que veía un bebé, una persona tan pequeña, tan extraña para mí.
Pasé mi mano por su rostro, esa sería la primera vez que rozara sus labios, sus mejillas, su cuello.. Tenía la piel más suave que nunca toqué, se sentía bien en ese momento, hasta que abrió los ojos y me miró, con los ojos más claros que recordaré nunca, mucho más claros que los míos, de un celeste más pálido, como si lo hubieran mezclado con blanco.
En ese instante, tuve miedo. Pero no fui yo quien empezó a llorar y patalear, yo tan sólo me alejé para no llevarme las culpas. Y no recuerdo más de ese día, supongo que mi padre volvió a la habitación y recogió a mi hermana, pero no lo sé con seguridad.


Algo de tiempo después me dio por preguntarle a mi padre dónde se había quedado mamá, la echaba de menos.
Me asomé a la puerta de su habitación y miré cuidadosamente. La habitación era bien simple: una cama de madera con un colchón y una manta de tela eran la principal atracción de esa sala. Además había un pequeño mueble de madera para guardar ropa, una silla y una estantería con un único libro y un candelabro oxidado con una vela medio consumida por usarla las pocas veces que a mi padre le daba por leer. Y ya no tenía mucho más. Mi padre estaba apoyado en la ventana, con la mirada fija en el exterior.
-Papá.
No recibí ninguna respuesta, aunque, no sé por qué, tampoco la esperaba. Di un paso hacia el interior, haciendo rechinar la madera. Mi padre se giró y me miró fijamente. Seguidamente suspiró.
-¿Qué ocurre Alexander?¿Tienes hambre? Si es eso, deberías decírselo a Nicoletta, sabes que es ella quien prepara el desayuno, aunque ahora está algo ocupada con Alykze.
-No es eso. Uhm..papá..quería preguntarte.. ¿Dónde está mamá?
Los minutos de silencio que vinieron a continuación me advirtieron que lo que mi padre tenía que decirme ahora no era agradable de escuchar, nada agradable.
-¿En serio es momento para hablar de tu madre?
Asentí con la cabeza. Quería quitarme la duda lo antes posible y, aunque con esa edad no entendía lo que mi padre quería decir, poco a poco me hice a la idea de que no volvería a verla.
-Tu madre se ha ido de viaje, muy lejos.. un día irás a buscarla, no te preocupes.
Miré al suelo. En ese momento quise salir corriendo, coger un caballo y salir a buscarlo a donde fuera, sin saber que ese lugar no era terrestre y por mucho que caminara o cabalgara no llegaría. Aún me quedaba mucho para llegar a donde estaba mi mamá, o eso decía mi padre en mi oído mientras me abrazaba, mientras lloraba en mi hombro y besaba mi mejilla. Yo no lo entendía. Volveríamos a ver a mamá pasara el tiempo que pasara, volveríamos a ser una familia, ahora con un miembro más ¿No?
No, eso nunca ocurriría, lo entendía dos años más tarde, la primera vez que pisé un cementerio."

lunes, 22 de noviembre de 2010

18;

Nadie debería saberlo, todos me lo reprochan, pero.. 
¿Qué puedo hacer yo contra esto?
Absolutamente nada.
¡Yo no lo he elegido, joder! Vale que tengo parte de la culpa por no dejarme a mí misma olvidar.
Vale que yo misma quiero seguir amándolo.
Pero yo no lo he elegido.
Cada una de las lágrimas que derramé por él, yo no las elegí. Ni tampoco todo lo que él me hizo reír.
Todos los momentos, las sonrisas, las promesas, los te quiero que pasaron a convertirse en te amo. 
Nuestra fecha y todo lo que ese número trae consigo.
Todas y cada una de las veces que lo he echado de menos, como ahora mismo.
Esas veces que he quedado sin respiración por sus palabras, para bien o para mal.
La forma en que este amor parece no desvanecerse con nada ni por nadie.
A pesar de la distancia, a pesar de no conocer siquiera su voz.

Las letras de su nombre, las fechas importantes, los mensajes privados, los instantáneos, los llantos, el dolor, la rabia, las mentiras, la impotencia, el desánimo, lo que supuestamente parecía el olvido, la verdad, de nuevo el llanto, la alegría, las ganas de estar con él, de hablarle, de, al menos, cruzar una palabra, sólo para saber que sigue ahí, que no se ha ido, que no se esfuma así como así, aunque lo parezca. La promesa de cumplir esa promesa, la certeza de que al menos uno de los dos la cumplirá de alguna manera. La seguridad de que pasen los años que pasen, digan lo que digan los demás, haya los chicos que haya, llegará el momento de mirarle a la cara, echarme a llorar y gritarle un "te amo". Lo prometo. En cualquier momento, cueste lo que me cueste, voy a verte, voy a amarte, voy a besarte y voy a decirte lo que tantas ganas tengo de decir con mi voz,  y no con las letras.

Sientes miedo, miedo a confiar.

Y si no entregas, nunca llegarás.
Sé cómo te sientes ahora mismo.
Sé que no quieres perderla ahora que la tienes.
Sé el miedo que se siente a perder lo que más quieres, yo también lo he sentido. Por muchas veces que él me decía que yo era la única para él, no podía creerle. Sentía que tenía un nivel inferior, que era demasiado para mí. Incluso me preguntaba cómo podía estar conmigo. Él tenía todo lo que yo necesitaba. Adoraba su forma de ser, adoraba su físico, lo adoraba.
Por eso entiendo tu miedo: Cuanto más quieres a una persona, mayor es tu miedo a perderla. Cuanto más quieres a alguien, más perfecto es y, claro, todo el mundo quiere a alguien perfecto, por eso el temor a que alguien te la robe, por así decirlo. Es como comprarse un reloj de oro. Contra más caro, más posibilidades de que alguien quiera robarlo y más miedo a perderlo.


Pero ella no es un reloj, ella sabe elegir. Y para bien o para mal, te eligió a ti, no merece la pena dudarlo. 
Para ella lo perfecto
eres tú

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Cold

Siento frío. Es un frío que no se quita con mantas, no se quita con las estufas, ni con el calefactor. Este frío se cuela por los huesos, me arrincona en las esquinas y me hace abrazarme a mí misma. Y así, en esa posición, me doy cuenta de que ese frío es el mismo que he sentido toda mi vida. El mismo frío que sentía de pequeña, cuando veía a aquel hombre pegarle a mi madre, cuando escuchaba sus gritos. Cada vez que mi madre contaba una nueva anécdota sobre cómo él había roto un cenicero sobre la cama para hacerla clavarse los cristales, sobre cómo quemaba su ropa y su maquillaje porque se lo había comprado sin preguntarle, sobre cómo se apoyaba en la ventana amenazando con suicidarse si ella no había algo por él. Es el mismo frío que sentí cuando me golpeó contra el sillón y pensé que moriría. No podía gritar, no podía llorar..no podía respirar. Mi cabeza me dolía y no sabía qué hacer, él simplemente se quedó mirando cómo pasaba los segundos sin una gota de aire. No sé cómo mi abuela pudo hacerme respirar mientras mi madre le gritaba a ese hombre. El mismo hombre al que una vez me obligó a llamar papá.
Este frío también me recuerda el dolor que me producía ver como en el colegio se reían de mí. Ver que todos los niños jugaban, unos con otros o todos juntos y que yo le tuviera miedo al recreo. Era el momento en que peor lo pasaba. Lo odiaba. Odiaba quedarme dando vueltas, o quedarme sentada en un rincón, totalmente sola. Veía a los demás reír, charlar. Cuánto quería ser como ellos. Quería gustarle a los demás, quería caer bien, quería ser una más, no sentirme aislada. Es horrible que te llamen del psicólogo del colegio para hablar contigo y te digan que tu hermano está preocupado porque siempre te ve sola. Eso.. es lo peor. Tu hermano, mucho más pequeño, que apenas entiende nada, y ya se preocupa por cosas como esa.
Y duele, no sabes cómo duele, que de la única manera en la que puedas acercarte un poco al resto de la gente sea por Internet, comunicándote con personas a las que no puedes ver en persona, que nadie más que tú saben que existen. Duele que la primera vez que te enamores sea de un chico del que no sabes cómo es físicamente, aunque conozcas su personalidad de la A a la Z. Duele la primera vez que abrazas a la almohada buscando su calor.
Duele ver cómo te quitan a tu hermano de los brazos, como te obligan a madurar antes de tiempo, a perder tu infancia por culpa de un tío que ha jugado con quien menos se lo merecía. Duele que seas capaz de entender todos los problemas de los demás como si hubieras estudiado psicología y que no sepas jugar a las canicas, porque no tuviste cuándo ni con quién jugar. Se siente mucho más frío cuando recuerdas los cariños que te fueron negados. Las palabras de desprecio. ¡Niñata! La prohibición de estar con tu propia madre, no poder entrar a su casa. No tener recuerdos de tus amigos de la infancia, simplemente porque no has tenido amigos de la infancia. Dime, si con todo esto, no debería sentir frío.

martes, 16 de noviembre de 2010

Introduction;

"Sus pies flotaban suavemente al son de la muerte. Ya podía saborear ese dulce sabor. La muerte..La muerte tiene una música propia, lenta..tan extremadamente suave. El sonido más hermoso que pudieras escuchar durante toda tu existencia. Lo primero y lo último que oirás, lo único de lo que no tendrás tiempo de arrepentirte.

Ella lo escuchó en ese momento. Se dejó llevar por esa música, movió sus pies siguiendo aquel son. Sabía que conocía perfectamente su destino, por eso todos los que la rodeaban podían ver la paz en sus ojos, la tranquilidad de saber lo que ocurrirá a continuación. Y también se veía esa ilusión, esas ganas de que el momento llegara, unas ganas inmensas.

La vi alegre, con esa sonrisa en sus labios. Puede que ella no supiera lo que había al otro lado, pero sí sabía que algo la esperaba allí.. Y ese algo para ella lo era todo.

Todo..¿Qué es todo? Su vida, su alma, su corazón. Todo..su todo..era yo."

domingo, 14 de noviembre de 2010

13#.

Recuerdo tu voz. Parece mentira pero la recuerdo. Recuerdo que me enamoraste con la primera palabra. Y no me hace falta recordarme que hoy vuelvo a echarte de menos. Recuerdo que cada frase que decías me hacía sentir única. Recuerdo mis celos. Recuerdo tus palabras: "Ah ya recuerdo..No puedes obligarte a quererme..". No me obligué a hacerlo, fui enamorandome de ti poco a poco, cada día un poco más. Cada palabra, cada te quiero. Cada uno de los besos que soñaba con darte.
Recuerdo cuando, al principio, te dije que todo se acaba superando, que las heridas se acaban cerrando, aunque dejen marca. Dijiste que me seguirías amando aunque lo superaras. ¿Dónde ha quedado ahora eso? ¡¿DÓNDE?! ¿Dónde fueron los deseos de hacerme feliz?¿Y esos deseos de ser el único en el que yo pensara?¿Qué hay de cuando me decías que no soportabas un maldito día sin mí? Dijiste: "Solo quiero demostrarte que vale la pena estar conmigo.." ¿En serio?¿Para qué?¿Para sufrir como me has hecho sufrir?¿Para que hayas dejado de hablarme de un día para otro? ¡QUIERO ODIARTE, MALDITA SEA! Es lo único que quiero ahora mismo. Entiendo cómo te sentiste, cómo me odiaste en aquel momento cuando dijiste que querías que me hicieran tanto daño como yo te había hecho. Te lo tomaste muy en serio ¿Eh? Lo has logrado, tranquilo, lo has logrado. Me has empujado a un pozo del que nadie intentará sacarme, es demasiada molestia y los chicos sois así. No os molestáis. ¿Tan falsos eran tus "te amo"?¿Tan falso era cuando me dijiste que vendrías por mí?...
En fin, gracias. Muchas gracias. Por hacerme perder la confianza sin haberla recuperado del todo. Por hacerme sentir mucho más miedo a lo que ocurrirá a continuación. Me has demostrado que habiendo caído a lo más hondo, se puede seguir cayendo.
¿Cómo te sientes cuando sabes que alguien importante para ti está llorando? Cuando sabes.. que se encuentra mal. Sabes que está sufriendo, que lo único que hace es mojar la almohada con sus lágrimas y buscar algo con lo que dañarse a sí misma, algo para desahogarse, lo que sea.
Quieres hacer todo lo posible por esa persona, pero no sabes por dónde empezar, no sabes qué decir, cómo actuar. Intentas acercarte a ella pero una vez dicho lo primero ya no sabes qué mas escribir. Cuando ves que se desconecta sigues su ventanita hacia abajo, mirando cómo desaparece. Te preocupas aún más, miras el móvil, no te atreves a llamarla por miedo a molestar, pero tu preocupación va en aumento. Quieres tener noticias de esa persona, quieres saber que está bien, porque temes por ella por encima de todo. ¿Qué habrá pasado?¿Dónde habrá ido?¿Estará mejor?¿Estará peor?¿habré hecho algo que le haya dolido, algo que le haya molestado?
Mis primeros pensamientos cuando la veo desconectarse es que podía haberlo impedido, quería haberla ayudado, todo lo que hubiera podido. Pero no lo hago. ¿Por qué?¿Por qué las intenciones se quedan como intenciones? Cualquier cosa que haga será mejor que quedarse quieta, haciendo que ella sienta que la ignoro. No lo hago, nunca lo he hecho, lo juro. Sólo me da miedo decir algo indebido y ponerte peor. No quiero hacerte llorar yo también, no quiero desanimarte más aún. Y lo siento. Lo siento si lo hice alguna vez, lo siento si alguna vez lo hago. Sólo.. debes saber que te quiero..y que voy a estar ahí aunque lo único que quieras sea pegarle a algo, yo me ofreceré para ser ese algo. Te apoyaré pase lo que pase.. Y aunque a veces me de miedo hablar, estoy ahí. Estoy tras la pantalla, estoy tras el teléfono, estoy tras un metro y un autobús. Estoy aquí.

Falsa

Querer y no querer. Parece mentira que esos dos sentimientos puedan convivir juntos en una misma persona, acerca del mismo tema. Parece mentira que no sea capaz de saber si ir por un camino o por el otro. Ciertamente, estoy confundida. Una parte de mí se ancla en el pasado, en tantos buenos recuerdos, en el deseo de ver a esas personas que están tan lejos, en el deseo de abrazarlas, de mirarlas, de saber que son reales.
Otra parte se centra en eso que parece imposible, en seguir el mismo camino, en seguir aguantando los kilómetros, en seguir reprimiendo las ganas de coger cualquier vehículo y correr hacia esa otra ciudad, sólo para volver a verlo. Y la última parte piensa que debo olvidarme de esos amores imposibles y centrarme en algo que esté a mi alcance, en alguien por quién no tenga que sufrir.

Está bien, sí, estoy cansada de la distancia y sé que es cierto que sí se puede manipular al corazón, sé que si quisiera podría ser feliz aquí pero.. no me gusta conformarme, no quiero mentirme a mí misma porque no soporto las mentiras, y ya estoy mintiendo bastante. Ya veremos como acaba todo esto.. aunque algo no cambiará, acabaré llorando con cualquiera de esas tres opciones, por una cosa o por la otra..
Ahora sólo queda ponerse esa falsa sonrisa que se ha convertido casi en la única.

lunes, 8 de noviembre de 2010

More.

Well.. How can I say it? It's so strange.
I love he, really. And I'm afraid to lose him.
But..despite he sais he love me, I can't believe them.
Is he only playing with me? Or is he telling me the truth?
Arg.. I wanna be more than a friend, more than I'm rigth now.
Are we afraid of the future? Are we afraid of the pain?
Yes, I think so. But.. but think that he can be with others girls..I feel so bad.
(...)

jueves, 4 de noviembre de 2010

Empty

Me siento sola. Totalmente sola cuando, en momentos como este, recuerdo todo lo que he tenido y no tengo. Recuerdo la forma en que soñaba con cosas imposibles, pasaba el día imaginando cosas que no llegarían a pasar. Era.. divertido. Vivía para eso. Vivía para dejar pasar el tiempo hasta que pudiera ir donde quisiera. Hasta que nadie me dijera si debía o no hacer algo. Ahora.. Ahora todo es fácil. Ya no me quedan sueños, ya no hay motivación. No encuentro nada que me haga despertar aún con el sueño en los labios. Parece que se me han escapado las ilusiones.
¿Qué se encargará de hacerme despertar? Necesito alguien que se cuele en mis sueños. Necesito alguien que ría conmigo, pero que no llegue nunca a llorar por mí. Aunque yo adore llorar por esa persona. Simplemente..quiero algo nuevo, que llene el vacío que siento, que se encargue de ilusionarme y de hacer imposibles esas ilusiones. Porque soy alguien que adora los retos. Y que cuando la vida es fácil, se encarga de buscar dificultad. Porque lo fácil.. lo fácil no merece la pena. Lo fácil no te saca una sonrisa cuando lo consigues. De lo fácil no estás orgulloso. Por todo eso, busca lo imposible, consigue lo difícil y nunca te conformes con lo fácil.

martes, 2 de noviembre de 2010

Life.

¿Y qué es la vida sino la persecucion de un sueño?
Si cuando ese sueño se cumple o lo abandonamos nos dedicamos a buscar uno nuevo para no sentirnos vacíos.
Si todo lo que hacemos lo hacemos pensando si nos facilitará la llegada a esa meta.
Si cada minuto de nuestras vidas, cada decisión, es una oportunidad para cambiarlo todo.
La vida.. La vida nos lleva siempre por caminos.. caminos que nosotros mismos elegimos. Caminos con obstáculos, caminos con sorpresas, con premios y penalizaciones. Caminos que llevan a un punto común, más lejos o más cerca de la salida. Unos caminos en los que no se puede retroceder. Amigo, esos caminos son los que tenemos que vivir, porque esos caminos forman la vida. No te arrepientas de lo que hagas, cuando acabes el camino nadie va a estar ahí para echártelo en cara. Y los que realmente quieran acompañarte durante la caminata tampoco lo harán, porque son los primeros que saben que ya hay bastantes obstáculos como para convertirse en uno más.
Por eso, y aunque no soy nadie para pedíroslo, vivid el camino con cada paso, no os arrepintáis de lo que hagáis, sino de lo que dejéis de hacer. Confiad en los demás hasta que os den motivos para no hacerlo. No os preocupéis de lo que piensen de vosotros, porque sólo nosotros mismos sabemos la verdad. Quiero que cuando lleguéis al final del camino, y sólo entonces, miréis atrás y digáis: "Sí, esta ha sido mi vida. Y estoy totalmente orgulloso de ella".