Me sobran las sonrisas que sin querer he reservado.

martes, 30 de noviembre de 2010

Porque sólo un sueño muere cuando se ha hecho realidad;

Qué cierto es.
Mientras queramos algo imposible.
Mientras deseemos cosas que no han sucedido.
Mientras los retos sean difíciles, cada vez más.
Mientras persigamos un sueño día a día, se mantiene vivo. Mientras no se realice, de una manera u otra pensamos en cómo realizarlo, en cuándo. Nunca un sueño se evaporará, aunque dejemos de pensar en él. Hasta que no se cumpla, seguirá en alguna parte de nuestros corazones, esperando resurgir, que volvamos a intentar realizarlo.
No quiero abandonar el sueño que tanto tiempo llevo soñando, cada vez veo más cerca el momento en que se cumpla y, a la vez, cada día las cosas cambian más y ese sueño podría volverse imposible con sólo algunas palabras. Aunque así sea, prometo no abandonarlo. NUNCA dejaré de luchar por él. Haré posible lo imposible en cuanto tenga oportunidad. Me da lo mismo lo que pase a partir de ahora, nada me hará cambiar de opinión.
Es mi objetivo, mi mayor deseo, aquel al que es imposible dejar de lado. El tiempo no podrá hacerme olvidarlo. Jamás. Haré lo que sea. Lo que sea. Para cumplirlo.
¿Tan imposible es tocar el cielo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario