La receta comienza con un gran trozo de dolor, toda la cantidad que podamos poner. No te preocupes por la calidad, eso lo dejamos al gusto del consumidor.
Después añadimos bastante mentira, acompañada, si gusta, de algo de traición.
Debemos ir removiendo todo para que no quede espeso antes de tiempo.
Para sazonar lo que llevamos de momento usamos nuestras lágrimas, añadirán algo de dulce a nuestra receta.
Si queremos terminar con un éxito total decoramos el plato con negación, molestia, malos recuerdos, heridas, suspiros, falta de esperanza, constantes ganas de llorar, minutos perdidos, palabras inútiles, miradas indiferentes, besos fríos, susurros que se pierden en cualquier lugar o incluso esas noches en vela, pensando.
Una vez todo está listo lo dejamos reposar mucho, mucho, mucho tiempo. Y habremos acabado. Ya lo tendremos:
Amor.
Después añadimos bastante mentira, acompañada, si gusta, de algo de traición.
Debemos ir removiendo todo para que no quede espeso antes de tiempo.
Para sazonar lo que llevamos de momento usamos nuestras lágrimas, añadirán algo de dulce a nuestra receta.
Si queremos terminar con un éxito total decoramos el plato con negación, molestia, malos recuerdos, heridas, suspiros, falta de esperanza, constantes ganas de llorar, minutos perdidos, palabras inútiles, miradas indiferentes, besos fríos, susurros que se pierden en cualquier lugar o incluso esas noches en vela, pensando.
Una vez todo está listo lo dejamos reposar mucho, mucho, mucho tiempo. Y habremos acabado. Ya lo tendremos:
Amor.
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