Me sobran las sonrisas que sin querer he reservado.

lunes, 18 de octubre de 2010

No merece la pena vivir de ilusiones.

Malditas ilusiones. ¿De qué coño sirven? Sabes que no se van a cumplir todos tus deseos, sabes que los demás van a volver a fallarte como te han fallado siempre, sabes que nadie va a saber dar todo lo que tú das, sabes que la gente hoy en día sólo piensa en sí misma, sabes que esto no te va a servir de nada, que todo esto es inútil. Sabes que no deberías haber confiado en él, ni en sus palabras, ni en su voz. Lo sabes. Sabes todo esto y más. ¿Por qué sigues actuando como una estúpida?¿Por qué te sigues ilusionando? No merece la pena vivir de ilusiones. De falsas ilusiones que sólo llevan al dolor, a las lágrimas, a los llantos, a los gritos escondidos en un susurro. Si nacemos llorando es porque sabemos lo duro que va a ser vivir.
Y lo vamos averiguando conforme pasan los años. Sinceramente, si ahora todo esto está así, cada día con más lágrimas, llegará el momento en que no pueda llorar. Según pasen los años, los ojos se cansarán de derramar lágrimas. ¿Seré entonces más feliz?
No, simplemente no tendré cómo expresar mi tristeza.
¿Cuáles son los deseos que van a cumplirse? Los demás, los difíciles, prefiero no pensarlos, dejar que dejen de existir.
No merece la pena vivir de ilusiones.

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