Me sobran las sonrisas que sin querer he reservado.

sábado, 9 de octubre de 2010

Imagine


Lo miró a los ojos. Dios, había soñado tanto tiempo con mirarlo así, con no tener una pantalla por delante para verlo, había deseado tantos días que aquello sucediera, tantos momentos imaginando justo ese, mirarlo así, a sus ojos azules, perderse en ellos. No quería parpadear por si aquello se evaporaba de repente. Pero lo tocaba, notaba la calidez de su piel, la dureza de sus músculos. Sus lágrimas sólo le dejaban verlo desenfocado, pero estaba allí, al fin y al cabo. Lo fácil que había sido llegar hasta ese punto y todo lo que había tenido que sufrir para vivirlo. Sabía que estaba clavándole las uñas en la espalda de tanto apretarle, pero no quería soltarlo. Si por ella fuera, se habría quedado allí toda la vida, abrazada a él, a aquella persona que, para ella, era la más importante. Le estaba mojando la camiseta de tanto llorar, pero no podía evitarlo y tampoco quería hacerlo. No había pronunciado una palabra desde que lo había visto, sentía que si intentaba decir algo, lloraría aún más, sentía que tartamudearía y quedaría como una estúpida. Aún no podía creérselo, allí en medio de la estación de autobuses de su propia ciudad. Él. Lo había visto bajar del autobús y no esperó ni un segundo para echarse encima suya. Estaba allí, entre sus brazos. No quería separarse pero él la obligó. La separó de ella, apenas unos centímetros. Le retiró restos de lágrimas que no tardaron en ser sustituidos por más y le sonrió. Ella no supo ni siquiera hacer lo mismo, estaba casi en un estado de shock. Intentaba respirar con normalidad mientras se mordía el labio queriendo dejar de llorar. Fue entonces cuando lo vio acercarse a sus labios. Tanto tiempo había querido sentir sus labios sobre los suyos. Se aferró más fuerte a él. No quería soltarlo nunca. Y quería sentir ya aquel beso. Quería que sucediera. Se acercó un poco más a él.. y abrió los ojos. Su almohada estaba totalmente empapada y ella no pudo hacer otra cosa que abrazarse a las sábanas y llorar en silencio. Llorar y llorar todo el tiempo que pudo..hasta que volvió a quedarse dormida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario